Los romanos, los hunos, los árabes… A lo largo de los siglos de historia de la humanidad, muchos pueblos se lanzaron a la conquista del mundo. Y, sin embargo, ninguno ha sido tan temido como los vikingos.
Un pueblo originario de los países escandinavos que hoy en día se conocen como Dinamarca, Noruega y Suecia, conocidos como enemigos feroces que apenas encontraron oposición durante los 400 años que asediaron las tierras de Europa. Ahora, ¿era su inteligencia lo que aterrorizó a los señores de la época? ¿Su habilidad para navegar? O, puede que fuera, ¿el tipo de armas que utilizaban?
¿Cuáles eran los tipos de armas vikingas?
Para la mayoría de gente de la época, los vikingos era un pueblo de bárbaros, con un comportamiento que les resultaba incomprensible. Aún con esta creencia tan extendida, eran grandes guerreros, acostumbrados a utilizar todo tipo de armas en combate.
Hacha vikinga
Sin lugar a dudas, el hacha vikinga era la preferida por los guerreros de este pueblo. La hoja podía variar de 7 a 45 cm de largo, dependiendo de la riqueza del propietario, con un mango largo, generalmente de madera.
Un arma que les permitía combatir de frente o a distancia, pues había muchos guerreros especializados en lanzarlas. Por lo general, las llevaban en la cintura, sujetas al cinturón.
La espada Ulfberht
Si uno piensa en armas vikingas, lo primero que le viene a la cabeza es el hacha. Si, era su arma preferida, pero existía otra que se encontraba en su arsenal: la espada Ulfberht.
El Ulfberht, también conocida como espada vikinga, no era muy tan común, ya que el hierro era un material limitado durante aquella época. Por ello, solo los vikingos mejor posicionados tenían acceso a él y podían disponer de una espada; generalmente los nobles, reyes y vasallos cercanos.
Se caracterizaba por ser una hoja de doble filo de 90 cm de largo, que se llevaba sobre el hombro, para que fuera fácil alcanzarla rápidamente con la mano derecha.
Arco y flechas
Si, los vikingos eran unos maestros en luchar cuerpo a cuerpo. Sin embargo, pronto se dieron cuenta que el arco y la flecha podría ser un arma, y no solo una herramienta para cazar.
Según los informes históricos, un vikingo habilidoso era capaz de lanzar 12 flechas por minuto antes de entablar un combate cuerpo a cuerpo. Aprovechándose de tan increíble habilidad, durante el combate solían disparar flechas desde los barcos antes de llegar a tierra.
Lanza vikinga
Como otras tantas culturas guerreras, los vikingos incorporaron la lanza como un arma característica en sus incursiones por el viejo mundo. Estas eran de diferentes estilos, con una longitud que variaba de 1 a 3 metros.
Sin embargo, no todas eran para el combate cuerpo a cuerpo. Algunas se fabricaban con materiales muy ligeros para poder lanzarse a gran distancia, mientras que otras eran más resistentes para el combate cuerpo a cuerpo.
Seax
El cuchillo vikingo variaba en tamaño y calidad según las riquezas del dueño. Eran tan comunes en la cultura vikinga que hasta sus esclavos tenían una en su poder.
Los que portaban los señores y miembros acaudalados de la sociedad vikinga recibían el nombre de Seax, un cuchillo más grande y de un material más resistente, con la hoja curva.
Escudo vikingo
A pesar de que en el viejo mundo se los trato de “bárbaros”, lo cierto es que los vikingos eran muy inteligentes. Si, creían que morir en combate era la muerte más honorable, y con ello podrían ascender hasta el Valhalla.
Sin embargo, también valoraban la victoria, por lo que forjaron su propio equipamiento defensivo para lograr sus conquistas, como cascos y armaduras. No obstante, su leal compañero, y su mayor arma defensiva, siempre fue el escudo vikingo.
Los escudos eran redondos, con un diámetro de unos 75 a 90 centímetros. Por lo general, cada guerrero se hacía su propio escudo, personalizándolo para ajustarlo a su tamaño y estilo de combate. Al contrario de lo que sucedía con otras culturas, como la espartana o la romana, este no podía ser ni demasiado grande ni pequeño, pues podría perjudicar a su propietario en el combate.
En cuanto al material, los ejemplares que han sobrevivido estaban fabricados de pícea, abeto o pino.
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Sin lugar a dudas, la cultura vikinga es de lo más interesante, ¿verdad? A pesar de su crueldad, era un pueblo que creía en el honor del combate, sobre todo, lo que hizo que algunos guerreros se ganasen el respeto de grandes señores de la antigua Inglaterra y Francia.
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