Rejas de hierro forjado
El empleo del hierro en las rejas permite, no sólo un resultado más resistente, sino también un moldeado más amplio en cuanto a diseños. Las rejas de hierro forjado son implementadas en exteriores, tanto para delimitar una vivienda, como también en balcones y terrazas, para proteger y prevenir accidentes.
Podemos encontrar rejas con diseños clásicos y rejas de tipo escultórico. También las hay clásicas, pero con pequeños detalles espectaculares. De hecho, en ocasiones las rejas de hierro llevan forjados sellos o símbolos referidos a la familia o a los habitantes de un espacio. Esta particularidad tiene lugar en las grandes mansiones.
Las rejas de hierro pueden alcanzar grandes alturas y vastas extensiones
También pueden poseer distintos diámetros. Todo depende de las necesidades de cada espacio a enrejar. Entre las ventajas decorativas que poseen las rejas podemos mencionar la posibilidad de ir acompañadas por vegetación, más precisamente por arbustos espesos o enredaderas.
La decoración de jardines y exteriores, así como el paisajismo actual, consideran y sopesan las posibilidades de las rejas de hierro y sus posibles diseños. La elección de un motivo muchas veces no es sencilla, habiendo tantas formas y propuestas en el mercado. Pero los especialistas saben que lo mejor es igualar estilos y colocar rejas cuyo diseño sea afín al estilo de la casa o construcción que demarcan.
Una casa de arquitectura volcada a lo moderno puede tranquilamente ser delimitada por una de un modelo clásico pero con un toque muy personal.
A su vez, importa el modo de implementación de las rejas
Un pequeño muro garantiza una instalación rápida y eficaz.
El arte de la reja de hierro tiene una historia profunda. Basta con pensar que la Era de Hierro comenzó alrededor del siglo XII a.C. El dominio de la herrería es uno de los hitos en la civilización occidental. Desde aquél entonces, la técnica de la construcción con hierro no ha variado demasiado, aunque sí se han perfeccionado sus posibilidades.
El hierro forjado permite un moldeado preciosista ya conocido durante la antigüedad, y cuyo apogeo llega con el barroco medieval donde las formas estallan y la arquitectura se gana su lugar en el paraíso.
Lo importante es que el diseño que se elija sea lo suficientemente eficaz como para no dar motivos a arrepentimientos. Esto porque las rejas de hierro tienen una vida útil de siglos y siglos.