Las barandillas de forja siempre han tenido una utilidad práctica. Debido a las características del hierro, un material resistente y duro, su uso ha sido primordialmente funcional, orientado a la protección. Hoy en día está muy presente en cualquier elemento del hogar. No solo por la seguridad que brinda, sino también por su valor estético. El hierro añade un toque de distinción a nuestro espacio doméstico. Es un material que nunca pasa de moda, lo clásico resulta moderno casi en cualquier época.
Estética y funcionalidad de las barandillas de forja
Las barandillas de forja son elementos perfectos para balcones, escaleras o miradores. En el caso de las escaleras, el hierro nos va a garantizar una mayor seguridad, sobre todo en lo que se refiere a los niños o las personas mayores que convivan en el hogar. Además, son fáciles de mantener y más duraderas que otras hechas a base de materiales como la madera. Su instalación supone un ahorro, pues una barandilla de hierro es para toda la vida. Pero, como ya hemos mencionado, estas barandillas también aportan un toque personal, conforme a los gustos de cada uno.
Las alternativas son muchas, ya que hay una gran cantidad de estilos y acabados que nos permitirán escoger la mejor opción para nuestra vivienda. Hablamos de versatilidad, de decoraciones modernas o tradicionales, para todas ellas hay un diseño único y apropiado, pues único será nuestro hogar, el mobiliario y los elementos decorativos que lo conformen.
Propuestas creativas para barandillas de forja
Cuando se habla de diseño también nos referimos al proyecto personal. Nada mejor que poner en práctica nuestras propias ideas para la decoración del hogar o cualquier otro espacio. El hierro presenta un gran abanico de posibilidades en este sentido. Si lo combinamos con otros materiales, como el latón o el mármol, puede proporcionar a nuestro balcón o escalera un aspecto muy distinguido.
Por ejemplo, el pasamano de madera con la barandilla de hierro forjado aporta un toque delicado y elegante a nuestra escalera de interior. Hay personas que apuestan por lo sobrio y otras que prefieren una ornamentación más barroca o recargada. Estos últimos tienen a su disposición las barandillas con cenefas o flores, y otras que apuntan ya a líneas más modernas y originales. Combinar sabiamente formas y materiales aportará a nuestra barandilla un gran valor estético.