Descripción
Los vikingos eran comerciantes, agricultores o guerreros del mar procedentes de los países nórdicos y que
vivieron durante la era vikinga, entre los años 800 y 1050, aproximadamente. Participaron en expediciones
e incursiones en el este y el oeste de Europa para comerciar con otros pueblos, establecerse en otros territorios,
saquear y llevar nuevos productos de vuelta a casa.
La era vikinga comenzó en el año 793 con el ataque al monasterio inglés de Lindisfarne, que es el primer
ataque vikingo que se conoce. Los ataques, el saqueo sistemático, la colonización y el comercio llevaron
a los vikingos hacia muchos lugares y en múltiples direcciones. Las flotas aumentaron y muy pronto había
cientos de los llamados drakkar o largos barcos vikingos. Con ellos cruzarían el Mar Báltico y los ríos de
Rusia hasta alcanzar, en los mares Negro y Caspio, Bizancio y el Califato de Bagdad.
Los guerreros vikingos utilizaban una amplia colección de armas, pero sin duda es el hacha el arma
más característica de este pueblo nórdico. Además de resultar icónica, el hacha vikinga era un recurso
sorprendentemente versátil, se utilizaba para construir barcos, casas o carros, entre una infinidad de objetos,
extendiéndose también al campo de batalla. El hacha vikinga de mano se acompañaba del característico escudo
redondo, esta arma resultaba muy práctica, era ideal para partir escudos o dejar fuera de combate a un enemigo
de un solo golpe.
Dentro de las hachas a una mano hay que destacar el hacha normanda, que es probablemente la más
característica de los vikingos y la más representada en el arte. Cuenta con un mango largo, de un metro
aproximadamente, y un saliente en la hoja. Esta especie de diente era muy útil para trepar en el abordaje
de naves.
Hacha Vikinga hecha artesanalmente en acero 1095. Este hacha tiene la típica cabeza «barbuda»
ya que cuenta con ese gancho característico en el extremo inferior de su hoja que servía, en muchos casos,
para subir por la estacada del enemigo. Tiene un precioso dibujo tallado a mano que le da a esta pieza un
singular encanto. Su empuñadura, en madera de haya con un bonito brocado, todo realizado a mano, tiene
también una forma muy singular que hace que la pieza llame la atención por su belleza