Descripción
Si nos remontamos atrás en la historia, vemos que el cuchillo de supervivencia ha ido evolucionando
de la Bayoneta, arma blanca muy afilada, que se acoplaba o calaba al extremo del cañón del fusil o de
la carabina para combatir cuerpo a cuerpo. La boyoneta más común desde el S. XVII hasta el S. XIX
era la llamada de cubo, consistente en un cilindro metálico hueco al que se adosaba una cuchilla
triangular, que fue especialmente utilizada en los mosquetes.
En el S. XX pasó a ser un cuchillo que se puede acoplar al arma para permitir su uso como bayoneta,
por lo que el uso de la espada en combate fue abandonada. Fue inventada en 1670 en la ciudad de Bayona,
de ahí su nombre.
En la Segunda Guerra Mundial, fue muy poco utilizada en Europa por lo que tuvo que reinventarse,
reorientar la idea de bayoneta hacia un nuevo concepto que es el que predomina hoy en día: «el cuchillo
bayoneta», surgiendo así las primeras bayonetas con filo, incluso algunas con doble filo, De este modo,
estas armas blancas ya no sólo servían para clavar o pinchar, sino también para cortar, tanto a los enemigos
como a determinada vegetación, hojas o pequeñas ramas.
Hoy en día a pasado al mundo de la supervivencia donde los cazadores, excursionistas y los aventureros
entusiastas del deporte al aire libre lo utilizan, desde el desollado de una pieza capturada, al corte de la
madera y cuerdas, tanto para el tallado de la madera como para la fabricación de trampas, así como para
otros muchos usos.
Cuchillo artesanal de supervivencia en acero 1095, con mango de madera tallado en tono
marrón claro con espiga a la vista, tiene punzón rompe cristales en cuyo extremo contiene
cordino, que es un elemento sencillo pero básico para tu equipo de aventuras, siendo la mitad
del lomo de la hoja de sierra lo que facilita el desgarre. Contiene funda de material kidex en
color negro, con cordino en sus laterales terminando en su extremos.