Descripción
El Cuchillo de Supervivencia es primo hermano del cuchillo táctico, por lo que su origen, también
proviene de la Bayoneta. Un arma blanca muy afilada, que se acopla o cala al extremo del cañón del fusil
o de la carabina para combatir cuerpo a cuerpo, usada en el ejército por la infantería. Su eficacia en
combate era tal, que la mayoría de ejércitos de la época (S. XVII) la añadieron a sus respectivos arsenales
armamentísticos, ya que aquellos antiguos mosquetes monotiro de avancarga tenían una cadencia de fuego
aproximada de ¡1 disparo por minuto!, así que cuando los soldados disparaban y fallaban el tiro tenían que
darse mucha prisa para calar la bayoneta y prepararse para el combate cuerpo a cuerpo. En el S. XIX, con
la aparición de los fusiles de retrocarga, más ligeros, cortos y rápidos de recargar, la bayoneta se vio obligada
a reinventarse. Surgieron así las primeras bayonetas con filo, incluso algunas con doble filo. De este modo,
estas armas blancas ya no sólo servían para clavar o pinchar, sino también para cortar, tanto a los enemigos
como a determinada vegetación, hojas o pequeñas ramas.
En el S. XX tiene que volver a reinventarse diseñándose de forma independiente al arma de fuego, pasando
del mundo militar y policial al mundo de la supervivencia, donde los cazadores, excursionistas y los
entusiastas al aire libre del deporte lo utilizan.
Los Cuchillos de Supervivencia se pueden utilizar para la captura, desollado, corte de madera y cuerdas,
tallado en madera, para la fabricación de trampas y otros muchos usos.
Cuchillo artesanal de supervivencia en acero 1095, con mango de madera tallada a mano
y espiga a la vista, con un punzón para romper cristales y poder llevar una reserva
de cordino siempre necesario para tus aventuras en la naturaleza.
Contiene funda de cuero cosida a mano y con enganche al cinturón en material kidex.